DIA 1: HUMILDAD 

Humillar tu corazón delante de Dios. Este es un tiempo donde pides al Espíritu Santo que examine tu corazón y lo redarguya de todo pecado. Por naturaleza el ser humano es independiente, prepotente, orgulloso y cree que lo sabe todo. No hay nada mas dañoso que tener esta mentalidad y actitud. Es por eso que el ayuno y la oración nos ayuda a despojarnos de todo arrogancia y pecado. 

(2 Crónicas 7:14). Si se humilla mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oran, y buscan mi rostro, y se convierten de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra. 

La humillación es un acto del corazón donde reconocemos con toda honestidad y sinceridad nuestro pecado. Segundo debe haber un arrepentimiento verdadero de corazón donde tomamos la decisión de cambiar nuestra conducta y apartarnos de todo pecado. Una ves que confesamos nuestro pecado y pedimos perdón a Jesucristo El nos limpia por medios de su sangre preciosa. Dios no puede rechazar a un corazón contrito y humillado. Dios promete sanar no solo nuestra tierra que incluye nuestro trabajo, finanzas, pero también nuestro corazón, familia y relaciones. Por último, experimentaras sanidad y salud sobre todo tu cuerpo. Una vez que has orado y declarado la sanidad en todas las áreas de tu vida. 

Estas son otras citas para que leas y medites en ellas: Salmo 45:4. Proverbios 15:33. 18:12. 22:4. Hechos 20:19. Efesios 4:2. Filipenses 2:3. Colosenses 2:18. 2:23. 3:12. 1 Pedro 5:5. 

Anota lo que has aprendido al leer y meditar en estas citas y lo que Dios te ha hablado personalmente. 

Repite conmigo: YO DECLARO QUE DIOS ME DA UN CORAZON HUMILDE LLENO DE AMOR Y DE VISION PARA MI IGLESIA, EN EL NOMBRE DE CRISTO JESUS, AMEN.